Váyase señor Molina, váyase

A raíz de la polémica surgida en la pasada semana con la llamada «baja política» del alcalde, que a la postre se demostró que oficialmente no era más que un impreso «P10», es decir, una simple recomendación médica, puesto que no se podía realizar una baja formal pues como el mismo alcalde declaró, no figura en la relación de trabajadores del Ayuntamiento y por tanto no cotiza en el mismo, no sólo ha sido mencionado nuestro pueblo de nuevo para una noticia negativa o en este caso ridícula o vergonzosa, y con él, su alcalde, que hasta ha tenido su propio artículo glosando sus virtudes y bondades, sino que en el pueblo se han venido sucediendo una serie de actuaciones y reacciones que merece la pena comentar, opinar y difundir para su general conocimiento de los vecinos.

Viñeta del Tío Pencho en La Verdad. Viernes 28/11/12. Nota: Tras consultar a reputados entendidos en el lenguaje murciano, los cuales conocen personalmente al dibujante MAN, estos han concluido que la última palabra «melengues» debe tratarse de una errata.

Como digo, debido a esta avalancha de noticias, se ha sabido que unos días después de las mismas, el viernes 21 de noviembre por la noche, hubo una reunión en la sede local del PP en la calle Juan Carlos I. En la noticia de La Verdad, apuntan que había un centenar de personas. Reunión que presidía el presidente local del partido, el diputado Arsenio Pacheco, y que sin embargo según apuntan quienes se encargan de controlar estas cosas, contó con la ausencia de otros compañeros que esperaban heredar pronto y que como presuntamente sabían de qué iba el tema, prefirieron no ir, según se especula, para no cabrearse más de la cuenta.

Según se ha podido saber a posteriori de la misma, y tal y como ya avanzó en la prensa el propio alcalde del municipio Fernando Molina, dijo que tenía intención de presentarse de nuevo a las elecciones. Noticia que como por suerte ya conocemos de dónde viene y quién la dice, no nos puede extrañar nada en absoluto, pues no es la primera vez que se desdice y tras prometer que no se va a presentar, vuelve a caer en la tentación del poder. En noviembre de 2010 declaró que estaba a disposición del Presidente regional para lo que estimase oportuno. Y se ve que a pesar de que no le gustaba su gestión, dado que seguía ganando y mandando, seguía permitiendo que se castigara así a los vecinos de Abanilla sin realizar más cambios que los que allí mismo se estimasen oportunos. Y así se presentó de nuevo en 2011 y ganó, por poco pero ganó.

Fue en abril de 2012 a la salida de un agitado Pleno en el que se trataba el asunto del polémico vertedero que ustedes nos trajeron, en el que una serie de vecinos de Abanilla pero principalmente de Orihuela y la Murada le increparon y tiraron huevos y le dejaron excrementos en su domicilio particular, cuando Fernando Molina se lo tomó este ataque muy a la tremenda y volvió a decir aquello de que dejaría la alcaldía al final de la legislatura, es decir, que no se volvía a presentar. Pero poco ha debido de durarle el cabreo, pues tras haber mantenido este criterio estos dos años, se ve que este reciente «ataque» a su persona por estar de «baja política» y no aparecer por el Ayuntamiento le ha sentado mal, y donde parecía que se iba a ir así de rositas tranquilamente a su casa como si tal cosa, se le hubiera provocado y cabreado más de la cuenta. Y entonces lejos de irse definitivamente, tal y como había avisado previamente, habría decidido continuar aún cuatro años más. En este sentido, y según ha trascendido de lo que se dijo en dicha reunión, la línea política a seguir desde el PP por parte de sus seguidores más directos, sería la de «estar todos unidos como una piña, sin fisuras». Y en cuanto al pueblo, en palabras de algún pedáneo y/o pedánea: «prometer, dar y ofrecer lo que haga falta». Porque «hay que ganar las elecciones y no se puede perder», porque «lo que quieren los de la oposición, es quitarle la vara de mando al alcalde y mandar ellos».

«Democráticamente, por supuesto», es lo que habría que responder, a quienes dicen estas cosas. En democracia los partidos se presentan a las elecciones y ganan quienes más votos obtienen cuando se abren las urnas. Y tienen cuatro años para intentar desarrollar su programa electoral con el que se presentaron a las elecciones y con el que la mayoría de vecinos estuvo de acuerdo. Y eso hay que respetarlo. Como hay que respetar que pasados esos cuatro años los vecinos, los votantes, prefieran cambiar de partido en el gobierno. El problema es el de los que hacen lo imposible para ir ganando ya uno a cero por la mañana antes de abrir las urnas, y esos son los que viven con un síndrome de Estocolmo permanente y no se hacen a la idea de un Ayuntamiento sin que mande el PP y su alcalde. Pero esto último posiblemente es un problema más psicológico que democrático.

Y yo oigo estas cosas, como las oye cualquier vecino al que van a calentarle la oreja con dicha cantinela, y como cualquiera se las haría, yo también me hago muchas preguntas, porque en política las consignas son una cosa muy importante, pero el fondo y contenido de las mismas también. Y aquí con estas indicaciones dadas a los más allegados, tan simplistas o más de lo que lo parecen, se hace pie, y la estulticia campa a sus anchas.

Es decir, que por lo visto hay quien piensa que tras 28 años de mandato, que para algunos es media vida y para otros con menos suerte casi una entera, es imperioso el seguir manteniendo el gobierno como si mandar en Abanilla fuera como mantener la dictadura de Franco por encima de todas las cosas. Porque hay que seguir mandando a toda costa y por encima de todas las cosas. Y me imagino que porque hay muchas cosas que tapar para que no salgan. Y por eso al escuchar estas cosas y este ansia de perpetuarse en el poder, yo me pregunto ¿cuánta mierda de alguna gente no habrá que tapar en este pueblo y no sólo en el vertedero?. ¿A qué se tiene miedo realmente?.

¿Por qué no cumple su palabra alguna vez y da por fin ese paso atrás y deja a otras personas de su partido que hagan un proyecto medio digno sin su omnímoda presencia?. ¿Acaso no se fían de nadie? ¿Realmente no hay nadie en el PP medio capaz de encabezar su lista?. ¿Por qué se empeñan en presentarlo cual Cid campeador ya fallecido sobre su pobre caballo Babieca?. Posiblemente muchos lo piensan, pero pocos se atreven a decirlo. Y aunque busquen con lupa cualquier resquicio de insulto para crear polémica, muchos menos se atreverán a compartir este artículo en sus muros o sus cuentas de redes sociales. Miedo. Mucho miedo es lo que han fomentado. Pero por suerte ya hay mucha gente que está despertando, mal que les pese.

Cualquiera que viera la dedicación de este hombre, se preocuparía por él y admiraría por el titánico esfuerzo que supone llevar adelante no sólo un colegio, que ya eso sólo me consta que es un gran trabajo, sino también un pueblo. Y todos estos desvelos gratuitos son porque hay que seguir desarrollando el proyecto del Partido Popular. ¿Pero alguien puede aclarar aunque sea de forma abreviada después de tantos años en qué ha consistido el proyecto de Fernando Molina y del PP en el Ayuntamiento de Abanilla?. A grandes rasgos y a la vista está que esto es algo notorio y constatable por cualquiera que mire, yo diría que ha consistido en traer al municipio unas cuantas empresas contaminantes que no quería nadie en sus pueblos, en hacerse amigos de los empresarios y en colocar a amigos del pueblo, y a los amigos de los amigos, en algunos puestos de trabajo de dichas empresas, en principio con la  para así poder controlarlos y tenerlos un poco rehenes de su voluntad. A ellos y a sus familias. Y mientras tanto, en dejar ir pasando los días intentando resolver los pequeños problemas que pueden aparecer, como parcheos de calles y reposición de bombillas en farolas. Y mientras tanto, a seguir exprimiendo las arcas del Ayuntamiento para ir teniendo contentos a cuantos más vecinos mejor. Y los que no, que se limiten a pagar y callar.

¿Pero a quién se pretende engañar diciendo que hay igualdad de oportunidades para todos los vecinos? A nadie se le escapa que aquel vecino o vecina que no cae bien, no tiene precisamente muchas posibilidades de que lo coloquen en algún trabajo de una empresa amiga y ni siquiera tampoco en algún puesto creado de forma digital en el Ayuntamiento. Por eso el pueblo está como está y los que más, se han tenido que buscar la vida fuera de Abanilla. Por suerte la facilidad para poder acceder a estudios superiores y por tanto a buenos trabajos ha podido solucionar la vida a muchos abanilleros que en su día vieron que la vida en Abanilla cerca de sus familiares les iba a resultar harto complicada. Resignación que han sufrido otros tantos ahora indignados y con razón con el gobierno municipal. Resignación para tener que pagar impuestos para que fueran otros los que se beneficiaban de ellos. Impuestos que como se sabe, luego el 40% no los pagaban ni se controlaba que se cobraran. Es más, hasta hizo una amnistía fiscal que algunos proveedores le tiraron para atrás cuando supieron que no les pesaba pagar.

¿Quién no conoce o ha conocido en todos estos años a alguien que haya votado al PP, o él/ella o su familia, todos yendo en fila el día de la jornada electoral, para mantener su codiciado puesto de trabajo, agradecer el enchufe que le dieron hace un mes y aún no sabe que le durará sólo otro más, o ir a ver si votando suena la flauta y lo mismo que otros han tenido esa «suerte», la siguiente puede caer en su familia?. ¿No es indignante y penoso que haya aunque sólo sea una sola persona que vote a un determinado partido porque le han prometido un puesto de trabajo de forma tan miserable?.

Por eso cuando oigo que se pretende hacer la campaña municipal de 2015, dando y prometiendo lo que haga falta, yo me pregunto. ¿Prometiendo qué? ¿Más puestos de trabajo? ¿Dónde? ¿En el Ayuntamiento? ¿Creamos otro puesto de secretaria particular? ¿En el vertedero? ¿limpiando camiones o contenedores? ¿En la cementera contaminando a los vecinos? ¿En el otro vertedero de Balonga creando un problema medioambiental a los vecinos? ¿O en alguna obra en algún misterioso y dormido convenio urbanístico de esos que no ponen un ladrillo porque no pagan prácticamente?. ¿Otra vez volvemos a las andadas de seguir prometiendo el oro y el moro? No lo creo. Ya quedan pocos dispuestos a poner tantos billetes. La gente ya está muy cansada. ¿Acaso creen que la gente de Abanilla es totalmente estúpida como realmente creo que así piensan que lo son?. ¿No creen que la época de la gente por desventura ignorante -a causa de la falta de enseñanza en la dictadura- ya pasó? ¿No creen que la gente ya sabe leer por sí misma en las redes sociales y no hace falta que les lean el catecismo desde su púlpito?

Por eso ¿para qué quieren seguir mandando? ¿Qué ambicioso proyecto de futuro tiene el PP que no ha podido desarrollar en estos casi tres decenios de mando?. ¿Acaso no ven cómo estaban las arcas cuando llegaron y cómo están ahora tras su paso? ¿Acaso no ven que el pueblo no ha avanzado nada en absoluto? ¿No ven el abandono que hay en el pueblo? ¿No ven la tristeza de sus calles y sus gentes? ¿Acaso no ven que la cantidad de población sigue siendo la misma? ¿Acaso no ven el mucho daño que han hecho y siguen haciendo a los vecinos con sus nefastas políticas?. Y para seguir haciendo todo eso es para lo que Fernando Molina quiere seguir siendo alcalde de Abanilla. Para seguir siendo una rémora y un obstáculo que impide cualquier tipo de avance en este pueblo. ¿No le parece vergonzoso que la pedanía de Barinas lleve ya más de un año desde el verano de 2013 sin pedáneo de forma oficial?. ¿Esto de quién es culpa?.

Antes de que Imanol Arias protagonizara la exitosa serie de «Cuéntame», en el año 1997 protagonizó otra serie titulada «Querido maestro», en la cual había un alcalde que estaba siempre recluido en su casa y no portaba por el Ayuntamiento. Y era su segundo de a bordo quien se tenía que encargar de la gestión municipal, con todos los problemas que ello ocasionaba, porque quien mandaba de verdad era el alcalde y esto era un problema porque el concejal no podía tomar determinadas decisiones importantes. Aquí en Abanilla parece que el señor Molina Parra quiere emular a dicho alcalde y juntar ausencias injustificadas con bajas médicas y bajas políticas para ver si así pasa el tiempo y no porta por el Ayuntamiento, porque no le gusta lo que le dicen y no le gusta tener que oír que hace las cosas muy mal. Porque está acostumbrado a oír sólo que lo hace todo muy bien y que los de la oposición son unos envidiosos y malas personas que sólo quieren quitarle el poder. Y cuando la realidad le da de frente en la cara, le crea un shock que le hace subir la tensión. Por eso cualquiera entendía y deseaba que llegara pronto mayo y dar inicio a una nueva etapa con un nuevo equipo de gobierno que sacara al pueblo de Abanilla de la ignominia en que nos ha metido.

La sorpresa es que dijera que ahora quiere seguir. Sorpresa no, porque ya sabemos que ha mentido muchas veces en este sentido diciendo que no repetía y luego sí se presentaba. Pero si partimos que ni su propia palabra respeta, poco más se puede esperar del resto de decisiones que toma como alcalde.

Por eso querer seguir cueste lo que cueste, para seguir así otros cuatro años más «castigando» a los abanilleros con su presencia, es un gran suplicio que ni los abanilleros deberían estar dispuestos a consentir ni tampoco su médico visto lo visto le debería recomendar. Por eso creo que estar así como ha estado este año, es de ser muy poco responsable y muy mal compañero, pues ha estado mandando en la sombra y en la distancia, dejando a su suerte a sus concejales para que se las apañen ellos solos y se coman como puedan los marrones de tener que «aguantar» a las portavoces de la oposición, para que les digan a ellos -porque a usted no pueden porque no está- las verdades del barquero y del desastre en que nos tiene metidos al pueblo de Abanilla a causa de su única y exclusiva gestión, pues a nadie más deja meter mano en nada.

Por culpa del mucho despilfarro de su equipo de gobierno, la práctica mayoría para pagar deudas y personal, así como en operaciones económicas de adjudicación y división de contratas de dudosa legalidad, la deuda económica es la que es, y por eso se tuvo que hacer un Plan de saneamiento económico, que hará que gane quien gane en 2015, tenga las manos atadas para poder hacer algo medio decente en la gestión municipal. Y así tendrá que estar hasta 2.022 en que presuntamente se termine de pagar dicha deuda. Deuda generada entre otras cosas a base de inflar presupuestos con ingresos que nunca se realizaron y sin embargo sí a gastar lo que se presupuestó y mucho más. A fecha de 31 de diciembre de 2013, el Ayuntamiento tenía una deuda de 6.250.000€, pero es que un año antes era de 401.000€ más. Es decir, que si se repartiera la deuda municipal entre cada habitante, tocaríamos a 952,74€ cada uno. A alguien esto le puede parecer poco o mucho, pero si comparamos, en Santomera salen a 591,91€ y en Fortuna a 101,94€. ¿Y acaso alguien pretende convencernos a los demás de que en Abanilla hay los mismos servicios públicos que en Santomera o Fortuna?. ¿Alguien puede entonces argumentar en dónde se ha metido tanto dinero como se debe en todos estos años?.

Terminando ya. Yo creo que ya está bien. Que mejor o peor ya ha cumplido, que se recordará en los anales de la historia local, aunque sea como ejemplo del mal ejemplo. Habrá de saber que en esta vida no hay nadie imprescindible. Que en las ocasiones en que no ha estado presente, sus compañeros se han apañado muy bien y diría que incluso mejor. Así que relájese y jubílese tranquilo, descanse y deje descansar a la gente, porque se suele decir que mucha gente no votó la Constitución, pero es que muchos jóvenes de Abanilla no han conocido otro alcalde en este pueblo. Y yo creo que dada la actual situación de crisis y caos económico, de abandono y destrozo medioambiental en que ha metido al municipio de Abanilla con su gestión, estaría bien el aprovechar para tirar la toalla, rendirse, reconocer los muchos errores que se han cometido, pedir perdón, e irse por la puerta que le dé la gana, pero irse bien lejos. Se lo han pedido desde la oposición que si piensa estar así, que mejor se vaya;  y aquí se lo digo yo también. Posiblemente los vecinos de Abanilla, cuando se vean libres de las mordazas que han llevado puestas todos estos años, hasta sean buenos y no le echen mucho en cara todos sus despropósitos. Aunque la libertad a veces es muy atrevida y nunca se puede asegurar nada. Agur.

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