La Asociación Española contra el cáncer, además de organizar galas y guateques para recaudar fondos, deberían, a mi entender, promocionar también manifestaciones contra los vertederos que contaminan el medio ambiente, por ser ésta una de las presuntas causa-efecto. La Iglesia (con mayúscula y con minúscula) se debiera sumar a este fin primordial para defender el respeto a la naturaleza, porque la contaminación también puede ser como el aborto, un crimen. Se suele predicar que Jesucristo vino a este mundo, entre otras cuestiones, a redimir a los que sufren, que no a ensalzar a los hipócritas, con o sin mando. Ser cristiano de misa, rosario, comunión y procesión es muy fácil, al menos en tiempos de paz; lo difícil es vivir comprometido con el mensaje del Evangelio, en cualquier época y situación.
Queda anulada, de facto, la carta al Papa, por considerarla improcedente en estos difíciles momentos en que los cristianos son perseguidos por los integrismos, en varios lugares del orbe. Se sustituye por esta otra dirigida a PODEMOS, que parecen estar más comprometidos con el programa político de la lucha contra la corrupción, dirigidos por “Iglesias”, aunque no sean creyentes.
Estimados señores de PODEMOS, a ustedes que son nuevos en el espectro de la política española por méritos propios, con escaños en el Parlamento Europeo, nos dirigimos con la esperanza de que como dice un viejo refrán: Todos los botijos nuevos suelen hacer el agua fresca. Al ocupar sus escaños se habrán percatado de la existencia de varios informes sobre el affaire de los vertederos que no reciclan en España y, en particular, de uno de los más retestinados, el de la Palestina Murciana, el más grande de todo el levante español, establecido durante el poder de Poncio Pelotas, cuyas quejas de los nativos del lugar ya han traspasado los Pirineos, pero no se vislumbra una solución a corto plazo para el angustioso problema que está generando, que en vez de ir a menos es todo lo contrario, pues cada vez se descubren nuevas y pestilentes emanaciones de lixiviados, signos de radiactividad y gases de una composición y nocividad insospechada; además de los pestilentes hedores que desprende, que eso no suele ser bueno para nadie, más que para los que presuntamente carecen de escrúpulos y dirigen sus objetivos a la consecución de pingues beneficios con el mínimo esfuerzo. Los “jodíos” de esta tierra de promisión nos sentimos impotentes ante el vilipendio constante al que nos tienen sometidos los irresponsables de turno, que cuando se les menciona el tomar medidas de prevención para atajar los males miran para otro lado; y como presunta solución de urgencia permiten ampliaciones insospechadas.
Este pestilente vertedero, presunto causante y amenaza constante de enfermedades y epidemias imprevisibles para los seres vivos, es una amenaza sin límite para el progreso y el bienestar de la cuenca del Chícamo y la Vega Baja. Los tentáculos del caciquismo de rancia estirpe están haciendo mella en las clases más desfavorecidas, sin que se les caiga a ninguno la cara granítica que tienen y sientan la más mínima vergüenza ajena ante los hechos incuestionables que se están produciendo. Ya se comenta a nivel popular que esto no lo soluciona ni PODEMOS, porque la corrupción basurera a escala nacional es mucho más grande que la corrupción política, a la que va presuntamente unida, y vinculada en algunos casos con presuntas financiaciones espurias de campañas electorales de dudosa praxis, que están siendo investigadas en varios procesos judiciales cuyo curso parece no tener fin.
Desde la plataforma VERTIVEGA, creada en La Murada para luchar contra este mal endémico se está intentando casi todo, aunque hasta ahora sólo se ha conseguido clausurar una parte, pero va a resultar muy difícil acabar con la maldita PESTE, cuan si de una plaga bíblica se tratase. Estamos como en tiempos lo estuvo el pueblo elegido, a orillas del Mar Rojo, esperando el milagro de poder cruzarlo, ante la amenaza de las huestes del faraón pisándoles los talones. Si a bien lo tienen, les rogamos le remitan un dosier completo del expediente basurero que hay en Bruselas a Mariano Rajoy, porque aunque dice que conoce Abanilla (la capitalidad de la Palestina Murciana), donde tiene buenos amigos, parece como que mira para otro lado, presuntamente porque sus amigos tienen la pituitaria atrofiada o pernoctan fuera de su radio de acción. Sabemos que ustedes no tienen influencias más allá de la biosfera, pero si les fuera posible procuren mandarnos un escuadrón de abejarucos, de los que están enseñados a luchar contra los picudos rojos, y otro de gaviotas blancas, para que espanten a las azules que se han apoderado del vertedero desde sus inicios. No se demoren mucho, porque los jinetes del Apocalipsis, con sus guadañas ponzoñosas nos acechan constantemente, sin bajar la guardia, pues sus trompetas maléficas suenan desde el Agudo y se oyen por toda la Vega Baja y el valle del Chícamo. Desconocemos su capacidad operativa actual para poder atender las múltiples peticiones que les deben estar llegando desde toda España, sin excluir a Cataluña, para que se acabe con la corruptela existente. Les rogamos encarecidamente que empiecen por las más hedosas y perniciosas para los seres vivos, incluyendo a los humanos.
No nos despedimos de ustedes en esta primera misiva con el tradicional ¡Viva…! de pretéritas épocas, sino con esta observación: Qué felices deben ser los que sólo se preocupan de engordar sus cuentas corrientes; y de que después les tapemos los agujeros negros de sus gestiones entre todos, los que puedan o los que no ¡Vaya casta pestosa de chorizos de alto caché, con denominación de origen acreditado!
Firmado por E. Marco, cronista oficioso de Favanella, en nombre de muchos de los que sí captan los hedores pestosos y les afecta a su salud.