Las nuevos olores de la noche abanillera

Hace apenas dos décadas, las noche veraniegas en Abanilla eran clásicas por sentarse las gentes al fresco, en la calle, al donaire de los aromas y brisas mediterráneas.

Todo esto se ha transmutado al polo opuesto, pues si intentamos desafiar a los dioses vertederos, a la luz de un candil semi apagado, los hedores que te llegan te hacen recordar a cientos H&P putrefactos en la pasta gansa que no huele a rosas, aunque se leven la cara con agua de las ídem, que te dan unas ganas de enrolarte en la legión de Cervantes (los de la pluma viperina) y volarle la sesera de mosquitos e humenópteros que el dios que los menea les concedió en su engendro. Sus madres, no lo pongo en duda, serán muy honestas y honradas, como deben ser las madres, pero hay que ver que… de qué.. .y por qué…

Si algún lector considera que me estoy pasando, que reconsidere que la paciencia tiene un límite y este límite, presuntamente ya se está rebasando con creces. Ni soy, ni quiero, ni intento ser políticamente correcto, toda vez que los que sí lo debieran ser muestran todo lo contrario, al menos por el momento. H&P hay muchos, quizá más de los políticamente correctos ¡Santa Cruz bendita, líbranos de esta calamidad o mándanos otra más gorda, porque nos merecemos más!

Nota.- La»whassa» ya no molesta, lo que realmente molesta es el insultante recochineo que casi todos los días trae la prensa. Dicen los curas y las monjas, incluso el Papa, que Dios nos quiere, aunque no nos lo merezcamos. Confiemos en Él y no desesperemos jamás de su misericordia, aunque estos H&P también confíen en Él. No nos queda otro remedio en el orden espiritual que pedirle su amparo para que aleje de entre nosotros a los que sólo dicen querer nuestro bien «románticamente»