NOCHE DE ZARZUELA. GIGANTES Y CABEZUDOS…
y los abanilleros en la guerra de Cuba…y otras guerras.
Acto celebrado en el Auditorio Municipal de Abanilla, el 07-9-2012
Ángel.-Buenas noches y gracias por venir al 5º año ya de “Las Cosicas de Abanilla”
Perdonad si somos puntuales, es un vicio adquirido. Como ya saben quién es Eugenio (E. Marco) y quién Ángel Esteve, no hace falta que nos presentemos. Simplemente haremos, como siempre, una pequeña observación.
Eugenio y Ángel.- (Con la mano en la frente, como los indios, oteamos el horizonte brevemente. Esto es “una pequeña observación”)
Ángel.-Esta sesión de “Las cosicas de Abanilla”, metidas en septiembre por motivos de nuestra agenda veraniega, empezó a fraguarse como un ratico para ver y escuchar la zarzuela de “Gigantes y Cabezudos” que dura 1 hora y 10 minutos, pero poco a poco Eugenio y yo nos fuimos enredando para que ustedes se enteraran de la situación histórica que había en la época del estreno de la obra… y es cuando empezó a salir gente de Abanilla. Así es que vamos primero a los agradecimientos y después al grano.
Eugenio.- Como es habitual, nuestro agradecimiento a todas las personas que han colaborado para hacer posible la realización de este acto. Al Tte. Alcalde Pascual, así como a todos los que nos han dado algún dato y aportado alguna fotografía de las que se proyectarán: Ginés Rocamora Vives, Gabriel Esteve, José Miguel M.R., Alfonso Atienza, Mª Carmen Navarro, Candelaria (la nieta del tío Roña), etc. Y también el apoyo técnico de Víctor Esteve y Manolo que, con su buen hacer nos ayudarán a que esto pueda llegar buen puerto.
Ángel.- Agradecidos todos, entramos en materia. Recordemos quiénes son los autores de la zarzuela “Gigantes y Cabezudos”: El libretista fue Miguel de Echegaray y Eizaguirre. Era de familia aragonesa y madre vasca nació en Quintanar de la Orden, Toledo. Nacer en Quintanar de la Orden fue por casualidad, sus padres viajaban de Madrid a Murcia y a la criatura se le ocurrió venir al mundo. Era hermano de José Echegaray, el premio Nobel de literatura en 1904. Miguel se licenció en Filosofía y Letras y Derecho, y ejerció como abogado y como jefe de administración civil en distintos ministerios. Tuvo sillón de la Real Academia de la Lengua. Escribió teatro, sobre todo comedias, género chico y zarzuelas; un total de 110 piezas, 21 de ellas zarzuelas. 6 de ellas con música de Manuel Fernández Caballero.
Ángel.- Manuel Fernández Caballero nació en Murcia en 1835, falleció en Madrid a los 71 años. Compuso más de 200 zarzuelas. Tuvo 18 hermanos, él era el más pequeño. Con 15 años se fue a Madrid y allí, en el Conservatorio, obtuvo el primer premio de composición. Se pagó sus estudios actuando como primer violín en el Teatro Real, de donde pasó a director de orquesta del Teatro Variedades y después al Lope de Vega, al Teatro Circo y al Español.
Ángel.- Con 18 años, ganó unas oposiciones para maestro de la Capilla de Santiago de Cuba; pero no pudo ocupar la plaza por no tener la edad que se requería. 11 años después marchó a Cuba como director de orquesta de una compañía de zarzuela. Allí estuvo 7 años. Regresó. Unas cataratas le dejaron casi ciego, hasta el punto de que tuvo que dictar la música de “El dúo de la Africana”, “La viejecita” y “Gigantes y cabezudos”, a su hijo Mario que fue quien las plasmó en el pentagrama. Otras zarzuelas de Fernández Caballero son “Los sobrinos del Capitán Grant”, “Château Margaux” y “El cabo primero”, por citar algunas.
-El humorista Salvador Granés, retrató así al compositor murciano:
“Comilón de siete suelas, / escribe con rapidez / partituras de zarzuelas / siempre y cuando que a la vez / mueva la pluma y las muelas. / Si su inspiración se agosta / y queréis que por la posta / recobre la inspiración, / enseñadle una langosta, / seis chuletas y un jamón”.
-Ahora E. Marco, Eugenio, nos va a situar “Gigantes y Cabezudos” en la época de su estreno, allá por el 1898. Érase una vez… E. Marco.
Eugenio.– La historia nos cuenta de esta isla caribeña que perteneció a España hasta el desastre de 1896. Cuba y Filipinas fueron las últimas colonias españolas de ultramar en revelarse y luchar por su independencia, cuyas primeras guerras de guerrillas se remontan a principio del siglo XIX, llegando a su punto más álgido y su culminación con la “casual” intervención de los EE.UU., acabando con el armisticio y firma del tratado, en 1898. Nos costó muchísimas vidas y cuantiosos gastos de guerra, pero más del 60% murieron por las enfermedades tropicales, que no por las balas del enemigo.
Ángel.-La zarzuela “Gigantes y Cabezudos” se estrenó el año 1898. Veremos en ella el regreso de los soldados de Cuba. Lo que sí que vamos a entrar, brevemente, es en la pequeña historia de los abanilleros que, por aquellos años, estuvieron por aquellas latitudes.
Eugenio.- A modo de memorándum nombraremos soldados abanilleros en dicha contienda, los cuales tiene relacionados y estudiados Ginés Rocamora Vives, que es quien, principalmente, nos lo ha proporcionado.
-En la prensa de la época hay referencia de algunos soldados abanilleros destinados a Cuba, pero tenemos constancia de algunos que intervinieron en aquella contienda. Empezaremos por El tío Roña.
Este señor de la foto es Francisco Cutillas Perea, el tío Roña. Falleció en Abanilla, de viejo, a los 81 años de edad. La foto es del 1955. En ese año, 1955, le concedieron cuatro medallas con paga y el grado militar de Teniente Honorario. Entonces le dio por comer de todo lo “bueno” y, presuntamente, enfermó de colesterol, diabetes, etc. Lo que no hicieron las balas lo hizo la gula ¡Porca miseria la del bienestar!
Las medallas fueron por los sitios heroicos en los que participó, dicen que, principalmente en Cascorro, donde estuvo con Eloy Gonzalo García, conocido como “el héroe de Cascorro”, aquel a quien nos lo describen con bigote, sombrero, la lata de petróleo en una mano, la antorcha en la otra, el fusil colgado al hombro y la cuerda atada a la cintura por si se lo cargaban que recogieran su cuerpo.
El héroe de Cascorro regresó a España cadáver, pero no por heridas de guerra, sino por la acción de las enfermedades tropicales. (Nota 1)
El tío Roña (Francisco Cutillas Perea), en carnaval o en otras ocasiones, se paseaba por el pueblo con su uniforme, su sable y sus medallas. Los zagales nos reíamos de él, porque creíamos que iba disfrazado de militar de graduación, sin serlo. ¡Qué atrevida era, es y seguirá siendo la ignorancia!
Ángel.- Una pequeña aclaración sobre Eloy Gonzalo, “el héroe de Cascorro”. Se cuentan que este soldado se fue voluntario a Cuba porque, estando haciendo la mili, pilló a un mando en un “dale que te pego” con su novia y les dio una somanta a palos de órdago. Le condenaron a prisión y para librarse se alistó voluntario a Cuba… después ya saben la historia o la leyenda que nos han contado.
Eugenio.- Seguimos con más abanilleros en Cuba: Ginés Lozano Ramón, padre de doña Erótida, capitán de Infantería, que estuvo en Cuba y se licenció en Filipinas, en 1896. Se casó con la criolla María Hernández Villareal. Regresó a Abanilla con su familia y aquí murió. Aquí tenemos el baúl de los recuerdos.
(Foto del baúl de Ginés Lozano)
–Joaquín Martínez Tenza, Juan Rubira Ruiz y José Ramírez Marco (Moceno), que regresaron ilesos aunque, posiblemente, algo enfermos.
-Consta que fallecieron allí (no se sabe si por enfermedad o por las balas): José Poveda Pérez, Pedro Ruiz Valero, Pascual Nicolás Ruiz, Antonio Riquelme Marco, José García Magro y Julián Amorós Sánchez (este último en Filipinas). Nos han dicho que Manuel Ruiz Ramón, abuelo de Marquitos y familia, y el padre de Paco Macanas, Francisco Vives Tenza, también estuvieron en la guerra de Cuba. (Nota 2)
-Otro militar a destacar y herido en batalla fue el General Chacel.
Del General Chacel (Don Julián Chacel García), la chiquillería de la época sólo conocíamos su calle, actualmente calle Princesa, cuando jugábamos por la Replaceta y adyacentes. Voy a hacer un pequeño bosquejo de su persona: No era natural de Abanilla, aunque en 1903, nuestro Ayuntamiento le nombró “hijo adoptivo” y le rindió un sonado homenaje, del que se hizo eco en la prensa. Era natural de Sahagún-León, hijo de don José Chacel Ferrero, médico de aquí y médico-director del Balneario de Fortuna, que en 1874 era teniente alcalde y participó en una batida contra los carlistas que correteaban por nuestro término. Don Julián Chacel, coronel de Ingenieros, fue destinado a Cuba como jefe de las fortificaciones y llevó a cabo la dirección de la instalación de la red telegráfica en la isla. Después del conflicto regresó a España y tras varios destinos murió en Madrid, siendo director de la Escuela Superior de Guerra, con el grado de General de Brigada. Su padre vivió en la casa, actualmente derribada, que forma rinconada entre la Replaceta y la actual calle Princesa, antes del Gral. Chacel. Era la casa de la señorita Conchita.
-El tío Cándido Martínez Valdés y su mujer, (padres de Pepe el de Cándido, de Conchita y de Paco). Según me han dicho vinieron de Cuba, tras el conflicto, con el Gral. Chacel y heredaron la casa y demás posesiones que éste tenía aquí de su padre. En esta casa se conservaban hasta hace poco dos baúles de la época, con sus uniformes y demás pertrechos.
– A quien citaremos a continuación no es abanillero, pero tiene descendencia en Abanilla. José de Juan Tomás, (ver foto) Tte. Coronel de Infantería de Marina. Se trata del bisabuelo de los hijos de “Manolito el Bueno”, por parte de su madre, Adelaida, natural de Cartagena. El bisabuelo,estuvo en la guerra de Cuba con la “Gloriosa Armada”. La foto es de cuando era Capitán.
Ángel.- Uno que se libró de ir a la guerra de Cuba fue José Ruiz, el hermano de mi abuela Constantina que fue el padrino de mi hermano Gabriel (Esteve Ruiz). Se libró porque pagó los 6.000 reales del ala para que fuera otro en su lugar. Después de acabada la Guerra le entró el gusanillo de conocer Cuba y allí se largó. Retornó al pueblo y partió para Argentina, después a Orán, volvió de nuevo a Abanilla, sacó de pila a mi hermano Gabriel… al que no le regaló ni el chupete, y nuevamente se fue a Argentina por los siglos de los siglos.
Ángel.- Y si mi antepasado José Ruiz pagó para no ir, Joaquín Martínez Ibáñez, abuelo de Paco el Gafas y José Miguel, para entendernos, se escapó por influencias. Fue así: Resulta que cayó prisionero de los rebeldes y, al enterarse el jefe de los insurrectos que Joaquín era de Abanilla, lo entrevistó y le dijo que él era nieto de abanilleros. Le dio un salvoconducto y le facilitó la huida para que pudiera regresar a su campamento. Después de la contienda volvió vivo al pueblo y cuando solicitó la paga (como el tío Roña), se perdieron los papeles y no cobró. ¡Es el puto papeleo de este país de papeles!
Eugenio.- Otras personas que estuvieron en Cuba después del conflicto bélico, fueron mi abuelo Eugenio y sus hermanos José y Miguel Marco Rivera. José se afincó allí, por la zona de Matanzas, se casó y echó raíces, de las cuales se han perdido la pista tras tomar el poder Fidel Castro.
Tenían negocios comerciales, empezaron con una tienda de la época, en que había de todo lo vendible y comparable; como las del oeste americano. Vinieron a Abanilla en 1922 y fueron capitanes en las fiestas. Mi abuelo regresó a España sobre 1915 y su hermano Miguel después de 1922, y se casó con Catalina Rivera (La tía Catalinica, la del lavadero).
(Familia de José Marco Rivera ).
– También quiero reseñar que en Cuba se creó una empresa que reclutaba gente para la construcción del canal de Panamá, cuya reseña apareció en los periódicos nacionales y algunos españoles trabajaron en la construcción del referido canal a través de ella. Mi abuelo trajo de Cuba un baúl con sus pertenencias. Vean el baúl.
Y el baúl lleva la correspondiente etiqueta
(FOTO etiqueta)
Ángel.- Fíjense que en la etiqueta, a la derecha, pone la ciudad cubana de “Matanzas” que es la capital de la famosa Playa Varadero. De allí también era la madre del compositor Ernesto Lecuona, ese de la canción “Siboney”, por poner un ejemplo sencillo de una pieza famosa del autor. Y allí murió Eloy Gonzalo.
Eugenio.- Como decía, en el baúl que mi abuelo trajo de Cuba hay una bandera que es la de Panamá (la primera, no la actual), pero yo no tengo constancia de que mi abuelo fuera a trabajar allí, ni por qué está en su baúl, pero la guardo como un recuerdo y aquí la tienen.
(Bandera Panamá).
Daré algunos datos sobre el canal de Panamá, por si alguien puede encontrar datos de personas que pudieron trabajar en él: La independencia de Panamá fue en 1904, de la que es esta bandera del baúl de mi abuelo. El canal se construyó entre los años 1890 a 1914 y estuvo en pruebas y reacondicionamientos hasta 1917, en que comenzó el tráfico continuo sin contratiempos, inaugurándose oficialmente en 1920.
Ángel.- Con este panorama y situados en la historia, veamos ahora la obra “Gigantes y Cabezudos” estrenada el martes 29 de noviembre de 1898 en el teatro de la Zarzuela de Madrid. Notarán que hay temas de rabiosa actualidad, como subidas de impuestos y demás, porque progresamos en los años pero seguimos teniendo y creando los mismos problemas de siempre.
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PROYECCIÓN DE DVD
“GIGANTES Y CABEZUDOS”
DURACIÓN1h: 10 minutos
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Eugenio.- Para completar esta sesión de “Las Cosicas de Abanilla” lo haremos con una pieza muy nuestra, aunque la letra es de un madrileño y la música de un granadino. Nos referimos al “Canto a Murcia” de la zarzuela “La Parranda”.
Ángel.- El madrileño que escribió la letra fue Luis Fernández Ardavín, dramaturgo, poeta, periodista y guionista cinematográfico.
La música es de un señor de Granada a quien en la pila bautismal le pusieron el nombre de Francisco de Asís, Gregorio de la Santísima Trinidad Alonso y López. El maestro Francisco Alonso. Falleció en mayo de 1948. De entre sus muchas obras famosas os cito el pasodoble de “Banderita, tú eres roja” de la zarzuela “Las Corsarias” del año 1919, ese que cantaban los soldados cuando iban a la Guerra de África. (”Allá por la tierra mora…”) Esta zarzuela estuvo prohibida, porque tenía en su letraalusiones satíricas a Alfonso XIII. En 1934 la convirtieron en Revista y le cambiaron la letra por eso de que a la banderita roja y gualda le faltaba el color morado). La Reestrenaron en el Romea de Barcelona en 1975.
Eugenio.-“Abanilla y la Guerra de África”. El protectorado español de Marruecos comenzó en el siglo XIX, cuando los marroquíes de las tribus próximas a Ceuta y Melilla intentaron conquistarlas por las armas. La serie de todos estos hechos bélicos están muy estudiados en la historia, siendo los más sangrientos los de 1909, en Melilla y los del desastre de “Annual”, con el antes y el después del desembarco de Alhucemas, hasta 1927-28, en que se pacificó el territorio y se estableció la nueva delimitación, encargándose de su defensa la recién creada Legión Española. Bastantes de los reclutas se declararon prófugos, otros se libraron del alistamiento pagando, los que tenían dinero, las famosas 1.500 Ptas. (Los 6.000 reales de antes que serían 9 € ahora).
En el programa de fiestas de 2011, José Mª López Lozano escribió sobre la muerte de tres soldados abanilleros en dicha contienda: Se trata de José Bañuz Riquelme, Guillermo Riquelme Tomás y Mariano Vives Molina, pertenecientes al Regimiento de Infantería Melilla nº 59, con la graduación de cabos, fallecidos en Sidi Musá, en julio de 1909, por herida de arma de fuego. Están enterrados en el cementerio de Melilla, en el panteón Margallo. Además de los anteriores, nos consta que Domingo Soriano Cutillas, salió ileso y emigró a Argelia, donde se estableció.
Fuera ya de esta sangrienta contienda, tenemos constancia de que en 1928, Antonio Salar Lajara, nacido en Orán, de padres abanilleros, que era de la Policía Territorial del Protectorado, (perteneciente al cuerpo de vigilancia y seguridad del estado), estuvo destinado en Tetuán, Larache y Alcazarquivil, muriendo de enfermedad. Su viuda y sus hijos se vinieron a Abanilla.
(FOTO Placa calle Héroes de Melilla)
-Nuestro Ayuntamiento les dedicó una calle, la que va desde la avenida de Salzillo a la Encomienda, cuya placa de mármol blanco todavía se conserva en la esquina de la casa de Anín. Se le ha cambiado de nombre y se llama “de Ramón y Cajal”, que estuvo en la guerra de Cuba, de médico militar. Cuando se efectuó el cambio de nombres de calles, en 1985, alguno debió interpretar que esto de los Héroes de Melilla y del Gral. Chacel, se trataba de personas inherentes al conflicto de 1936-1939, por parte de los vencedores… y le quitaron el nombre. (Nota 3)
–No sabemos, por el momento, si hubo otros soldados muertos en Marruecos en los años siguientes hasta acabar el conflicto, cuando el desastre de “Annual” y demás insensateces y heroicidades. Aunque el tema lo dejamos abierto por eso de ir investigando en las historias de la historia de Abanilla.
Eugenio.-En Melilla, también tenemos que hacer una reseña del Gral. Chacel.
Cuando regresó de Cuba, uno de sus destinos fue el de 2º comandante de esta Plaza y le dedicaron una calle, la cual todavía continúa llamándose “del Gral. Chacel”. Podéis comprobarlo a través de internet. Nosotros ni ponemos ni quitamos calles, pero sí que debemos hacer un inciso a la reflexión, por si alguien considera que “el rectificar aún es de sabios”. Sin excluir a ninguno de los abanilleros que, presuntamente, dieron su vida por la Patria o derramaron su sudor y sangre en los campos de batalla, luchando por sus ideales, en todas las épocas, sin distinción de sexo, colores, siglas, graduaciones, religiones, posición social, o fueron represaliados por los contendientes. Pedimos un fuerte aplauso en pro de su memoria.
(Ponernos en pie y aplaudir)
Ángel.- Entramos en la recta final con la música del maestro Paco Alonso, con el Canto a Murcia”. De su pluma salieron también, entre otras, el zortzico Maitechu mía, La Revista “Las Leandras” conel pasacalle de “los Nardos” (Por la calle de Alcalá) y el chotis del “Pichi”; el pasodoble de “los Chisperos” de “La Calesera” yel Canto a Murcia de “La Parranda” que se estrenó hace 84 años (el 26 de abril de 1928) en el Teatro Calderón de Madrid. El mismo teatro en el que hemos visto hoy la zarzuela “Gigantes y Cabezudos”. Antes de entonar el Canto a Murcia y, mientras todos preparamos la voz, un aviso.
Ángel.- Para futuros años hay muchos temas para tratar, como: Los Coros y Danzas, el Fulbito, Capachos 2ª parte, Pajes y Capitanes, el río Chícamo con su flora y su fauna…
Eugenio.- Y, si el público lo demanda, el tiempo no lo impide y las autoridades competentes lo permiten, en años venideros no se descarta la posibilidad de hacer charlas coloquio sobre: la expedición de los españoles a Vietnam (antes que los franceses, los rusos y los americanos); y puestos ya hablaríamos de personajes famosos como El Capitán Trueno y el Jabato; Roberto Alcázar y Pedrín y hasta del 7º de Caballería si se tercia.
Ángel.- Otro tema interesante digno de estudio es: “Cómo rompíamos culeras por los barrancos de Abanilla”.
Y dicho esto, ahora, como despedida cantaremos el Canto a Murcia de “La Parranda”. Lo pondremos en plan karaoke. Así es que pueden cantarlo, sin vergüenza.Ya saben, letra es de un madrileño; la música, de un granadino.
¡¡BUENAS NOCHES Y HASTA EL DÍA 22 A LAS 22!!
NOTAS:
- 1. Murió en el hospital de la ciudad de Matanzas. Por su acto de heroicidad le concedieron la Cruz de Plata al Mérito Militar y a su capitán, Francisco Neila, “la Laureada de San Fernando”. Cosas de la puta mili. La causa de su muerte, según el parte médico fue la disentería ulcerosa.
- 2. Nos han facilitado información verbal sobre algunos abanilleros más que estuvieron en la guerra de Cuba. Seguiremos recabando información e indagando en los archivos.
- 3. Don Santiago Ramón y Cajal estuvo en la guerra de Cuba, como médico militar. Enfermó y tuvo que ser repatriado. Poco a poco se recuperó y pidió la baja, para dedicarse a la investigación, donde alcanzó la merecida fama que tiene. En sus memorias relata los trapicheos burocráticos y la falta de medicinas y medios en los hospitales de Cuba, donde las enfermedades tropicales, en aquellos tiempos difíciles de curar (Pasteur no había desarrollado las vacunas) produjeron más bajas que las balas. También cuenta que para cobrar los atrasos de sus haberes, tras pedir la baja en el Ejército, tuvo que sobornar a un chupatintas de los entonces funcionarios ¡Puto país del papeleo y del pasteleo “sine díe”! El vuelva usted mañana, que decía Larra y la póliza móvil que vino después, sin olvidar los sellos “voluntarios” para los colegios de huérfanos y otros fondos de reptiles.