Un pregón de fiestas para olvidar, el de Luis Sánchez Marco

Cuando uno asiste al acto festero y social que es la Coronación de reinas, sabe o debería saber, que va a ver un espectáculo presentado y realizado de forma elegante y protocolaria. Un evento relativamente serio donde lo más granado del pueblo de Abanilla se reúne para dar a inicio a las fiestas locales de una forma oficial. A veces no siempre empieza cuando se prevé, y a veces también, los fallos técnicos y humanos del directo hacen que haya pequeños errores. Yo no sé los años que llevo asistiendo al mismo, no creo que llegue a diez, pero este año, si una cosa me llamó la atención, además de la incorporación de las novedades de los Embajadores con el empacho de lección de historia, y la prevista desaparición de los discursos de los Presidentes de la Federación de Moros y Cristianos así como de la Hermandad de la Santa Cruz, no sólo fue la total ausencia del pleonasmo del «Vera» delante de la Santa Cruz, -de lo cual creo que me honro en responsabilizarme-, sino el inclasificable pregón de fiestas realizado por el pregonero D. Luis Sánchez «Marco». (Pinchar en el enlace para escuchar el audio)

En los muchos años de fiestas de Abanilla, seguro que habrá habido mejores y peores programas de fiestas. Creo que muchos coincidiremos en que habrá habido pregones memorables como el del incombustible Felipe Nicolás en 2007, que supo sacar lo bueno de las fiestas y de las buenas gentes que había conocido en esos años en Abanilla, y otros de pregoneros de relumbrón, que habrán pasado sin pena ni gloria, hechos según dicen por algún que otro «negro». Pero el pregón de este año 2014, -que no dudo que sí haya sido obra del propio pregonero, porque sabía de lo que iba a hablar-, posiblemente pase al más oscuro rincón de la desmemoria popular, o al menos según mi parecer, es ahí a a donde se debería mandar. No sé si alguien le habrá hablado de las repercusiones de sus palabras. No sé si le habrán dicho si sentaron bien o mal. Habrá a quien le gustó, es posible. Pero yo sí le voy a decir a continuación lo que a mí, como festero, sí me sentó bastante mal. Sinceramente, no creo que fuera una muy buena idea hacer como hizo una recopilación de quejas y desperfectos para que nos sintiéramos todos humillados, los unos por los otros, aunque no tuviéramos nada que ver en la historia.

Tras una presentación algo peculiar por parte del Alcalde Fernando Molina, apabullante diría yo, en la que gustó de regodearse de tener como pregonero a la mente preclara de la que era usted poseedor, así como a lo muy alto que había llegado en su faceta laboral en la ciudad de Madrid, creo que tengo que decir que para mi gusto, sobraba lo mucho que abundó en su lado más carnal, pues no creo que a nadie de los presentes le importase mucho si en sus años mozos usted hacía manitas con una, diez o cien muchachas de la villa, o si más bien al contrario, en esos números había más cuento que cuentas.

El Presidente de la Hermandad, el Alcalde y el Presidente de la Federación de Moros y Cristianos, hacen entrega de un obsequio – recuerdo al pregonero de las fiestas.

Empezó bien, es cierto, aclarando que no iba a hacer una recopilación de la «eclosión de la primavera, el olor y los frutos», de la flora y fauna autóctona, ni de los parajes más emblemáticos del municipio, pues ya son varios los pregoneros que han tirado por ese camino y no creo que por mucho que se le recuerde al personal lo muy rico y variado que es su pueblo, lo lleguen a apreciar algún día. Sin embargo, enseguida se torció al ejercer de pregonero abanillero que, pese a suponérsele un profundo conocimiento de las fiestas de su pueblo, sin embargo, se dejó llevar por la pasión y dijo algunas cosas que a mi entender, no procedían, porque no era ni el sitio ni el momento de decirlas.

Clasificó usted a los festeros en tres grupos: Estudiantes, trabajadores y funcionarios. Dijo que de estudiantes, se inventaban enfermedades de parientes para poder estar en la romería. Dijo que los trabajadores se descuentan estos días de las vacaciones. Y dijo que los funcionarios hacían uso de los moscosos. Yo no voy a hablar de nadie, porque habrá quien efectivamente haya hecho de todo, pero también habrá quien no haya hecho ninguna de esas cosas y se sintiera algo ofendido. Por eso yo voy a hablar de mí, y yo reconozco que de estudiante conseguí que un año en el Instituto, una profesora me cambiara un control para hacerlo con otro grupo, pero sin mentir, con la verdad por delante, pero hasta ahí, pues desde que empecé a trabajar, lamentándolo yo mucho, nunca he puesto por delante la devoción a la obligación. Y no he hecho uso de ningún moscoso como dice (de los que por cierto injustamente Rajoy nos quitó tres, la mitad, y ahora han devuelto uno), pues sólo he faltado a mi trabajo en los días de huelga a los que por cierto tenía derecho (mientras no se diga lo contrario). Yo no sé si los maestros con los que usted se abraza tanto, van a su trabajo el 14 de septiembre, que no es fiesta local, pero yo sí que he tenido que ir a trabajar los días de romería que era día laborable.

Elogió usted el trabajo de la Corporación del alcalde «predemocrático» -como le llaman ahora, sí- de Antonio Pacheco, para formar el «trípode» festero (le informo que siempre se le ha denominado «Ente festero»), y se saltó directamente al mandato del actual regidor Fernando Molina y su entonces concejal de festejos, su primo Mariano Sánchez. Yo imagino que para alguien que jugaba al fútbol de extremo derecha como usted, posiblemente hablar de los cuatro años de otros alcaldes como lo fueron Álvaro Gaona o José Luis Cutillas, le podría producir algo de urticaria, pero creo que en sus cortos mandatos algo hicieron también por las fiestas. Para empezar, no cargárselas, como sí se ha hecho en los últimos veintisiete años con tantas y tantas cosas que había creadas. Y para seguir, le recuerdo que el Pacto de Amistad con Villeurbanne se realizó en el año 1980, que creo que ya estábamos en democracia y esto permitió el surgimiento ese mismo año de un nuevo grupo como lo eran los Caballeros del Cid, en el que participaban abanilleros emigrantes a dicha ciudad francesa. Luego con el PSOE, le voy a citar palabras del libro del difunto José Luis Cutillas (pags 133 a 135): se creó la Comisión de Fiestas en la que participó gente experimentada y comprometida, sin mirar colores políticos, se administraron los ingresos de los anuncios y se editó el programa de fiestas. Fue en una visita con el Director General de Turismo a la Encomienda donde entonces estaba el grupo de Calatrava y donde hablando con Eugenio Marco y Gabriel Esteve, surge la idea de iniciar el expediente para la Declaración de las fiestas como de interés regional, lo cual se consiguió ese mismo año, lo que supuso un aporte económico de 600.000 pesetas (al cambio hoy serían 3.600€, pero actualizado con el 166,4% de aumento del IPC desde entonces, serían unos 9.600€. Dicha cantidad de subvención fue yendo en aumento cada año, lo cual nadie puede negar que supuso un muy buen aporte para el engrandecimiento de la fiesta, hasta que hace unos tres años el ex consejero Pedro Alberto Cruz la eliminó ya que según parece el festival musical SOS 4.8 es más representativo de la Cultura murciana. Se permitió que desde el Balcón del Ayuntamiento se dijera el Pregón Satírico, el cual desapareció víctima de un carabinazo en 1991 con otro alcalde que lo mismo usted conoce más. Y esto ya no está en dicho libro, pero también en dicha esa época las fiestas se integraron en la UNDEF y en 1986 las reinas dejó de nombrarlas el Ayuntamiento para pasar a ser elegidas por la entonces Asociación de Moros y Cristianos.

Pero veo que para usted todo esto no era nada importante pues aunque estuviese de «revival», no merecía el más mínimo recuerdo. Era más importante el alabar la actual gestión de las fiestas por parte del Ayuntamiento y de su actual alcalde, -supongo que se referirá a cosas como contratar los grupos de las verbenas-, pues con dar 9.000€ de subvención se despacha, y que salvo el trabajo que se realiza desde la Oficina de Turismo, por lo demás, prácticamente deja a otros que de forma exteriorizada, se encarguen de las fiestas.

A partir de ese momento, usted, sin que nadie le hubiera nombrado para ello, se autoerigió como el Defensor del festero, y empezó a dar a diestra y siniestra.

Llegado el turno a la Hermandad, -como me han dicho cuando he hablado de este asunto con gente que defendía su pregón-, «se la metió sin vaselina». Dijo que a la Hermandad se le debe el haber mantenido las tradiciones, sí, pero que año tras año era responsable de haber permitido y consentido el desmadre de los carros.  No seré yo quien defienda la romería del botellón. Creo que en ése punto estaremos de acuerdo. Pero supongo que a pesar de residir fuera, estará al tanto de que la Directiva cambió en 2013,  y que hasta ahora, lo que ha ocurrido en las romerías ha sido responsabilidad de la anterior, presidida por D. José Tomás Ruiz, que la dirigió durante doce años, aunque según él mismo manifestó en la Asamblea de 2009, el 80% del trabajo lo había hecho Dña. Gumersinda Díaz, razón por la que defendía que era merecedora del título de «hermana honorífica». Por tanto, y dado que a la actual aún no es posible juzgarle nada, pues «aún no ha saltado al ruedo», creo que convendrá que usted bien podría y debería haber puntualizado que había sido con la anterior directiva y no la actual, que se había permitido y consentido el deterioro de la romería hasta llegar a lo que se ha convertido. Pide usted que se arregle la situación, y si no hay arreglo entre las partes, como solución para evitar las molestias a la gente fervorosa y a los pajes (cierto, verdaderas víctimas de todo este despropósito), propone el diálogo; y si no se llega a acuerdos, aquí pide «mano dura con los infractores».

Pasó luego a la Federación y pasó a hacer proselitismo de su grupo festero, los Omeyas de Mahoya. Que en cierto modo hasta es normal, pues es lo que conoce y tiene que saber vender lo suyo, como lo haría cualquiera con el suyo propio en caso de tenerlo. Enumeró la cantidad de personas que habían ostentado cargos estando en su grupo. El mejor palmarés de aportación humana: Dos alcaldes y un primer teniente alcalde y concejal de festejos, un presidente de la Junta Central, un Presidente de la Hermandad de la Santa Cruz, el único general del Ejército nacido en Abanilla, el único diputado nacional de Abanilla, tres pregoneros y tres festeros. Posiblemente también sean campeones en muchas más cosas que no se pueden decir, pero sobre todo, se le olvidó comentar que también son líderes en acumular sanciones.

Sobre las fiestas de Moros y Cristianos y de la Federación da una de cal y otra de arena: Dijo que sus distintas Juntas Directivas en estos 41 años han tenido mano firme para «erradicar el desorden de los primeros tiempos» y por otro lado dijo que se le da muchas vueltas a la moviola y se ven muchas veces los vídeos para sancionar, y que hay «avaricioso deseo de recaudación». ¿En qué quedamos? ¿Sancionar es bueno o es malo? ¿No decía que la Hermandad debería de tener más mano dura con los infractores como la tenía la Federación? ¿No cree que aunque sólo sea un poquito, se contradice en algo? ¿Cómo cree usted que se puede poner orden si no es a base de sancionar a los infractores?. ¿Se castiga al infractor de cara a la pared como se hacía en la escuela?. ¿Sacamos a los carros que obstaculicen, unos cinco minutos fuera de la carretera y ya está?. Y fue oyendo ésto que me indigné. Yo, como miembro representante de mi grupo, llevo asistiendo a casi todas las reuniones de la Federación desde los últimos tres años, y además me ha tocado participar en una Junta Instructora para ver las sanciones que se ponían a un grupo en el que el día 1 de mayo desfilaron unas personas habiendo informado ese mismo día de ello al Presidente. Y al final, tras cerca de cuatro reuniones, y para que vea si hay dicho ánimo recaudatorio en la Federación, dicha sanción se quedó en nada, y el único que salió perdiendo fui yo, que nadie me pagó el gasto de gasolina para tener que ir ex profeso a Abanilla para asistir a dichas reuniones. Por cierto, que en la reforma del reglamento, se rebajó la cuantía de los tramos de las sanciones de 400€ a 300€. Y no, no fue a propuesta de su grupo, sino de la Mesnada de Santa Ana. ¿Dónde está el afán recaudatorio?. Lo que no puede ser es pretender que se les aplique la ley del embudo y que haya mano dura con los demás y no con su grupo, pues si se les sanciona, es sencillamente porque desfilan como les da la gana, o porque no quieren participar de las actividades conjuntas organizadas por la Federación, algunas de las cuales son obligatorias, como lo es aportar el banderín a los actos de la Gala o la Coronación.

Ni yo ni nadie de los festeros que asistimos a las reuniones de la Federación, le ha visto ni a usted ni al representante de su grupo de los Omeyas de Mahoya ir a una reunión o asamblea de festeros y exponer todo lo que dijo en contra de los jurados y del control del desfile viendo el vídeo. Reuniones que por si no lo sabe, es donde se informa a los grupos de las novedades y donde tras debatirse, se aprueban los esquemas de fiestas, las cuentas y las normativas a cumplir para todos. Más bien al contrario, su representante sólo puede asumir las sanciones que les caen, porque en los últimos años, junto con la Mesnada de Santa Ana, son de los que queriendo o sin querer, más infracciones cometen en el desfile.

Pero es que este «ataque» directo a la Federación ya se vio venir el pasado año 2013, cuando en el texto del programa de fiestas (que me consta que se vio y no se censuró), desde su grupo de los Omeyas decían lo siguiente: «Hay que regular sin oprimir, sin que se pierda la naturaleza festiva y festera. Se trata de regular orientando a participar, no para que se abandone. No pueden ser sancionados los comportamientos que no tienen consecuencias como los que sí las tienen. No se debe castigar el error o el olvido administrativo con severidad recaudatoria y se sea tan laxo en los retrasos en la incorporación, que afecta a todos, en el ensayo y la coronación de las reinas. La Fiesta de Abanilla hay que fomentarla con participación entusiasmada(,) no con rigor abusivo en lo que no se ve y con dejadez en lo que todos vemos y padecemos, los que estamos dentro y los (que) vienen de fuera». (Nota: Los paréntesis son cosa mía). Y el lector se preguntará que a cuento de qué venía ésto entonces, y a cuento de qué venían sus opiniones en el atril el día de la Coronación. Muy sencillo: En 2012, el grupo de los Omeyas de Mahoya desfiló el día 1 de mayo con 5 personas cuyos nombres no se habían incluido en la relación de socios que había que enviar unas semanas antes y por los que había que pagar 20€ por cada uno de cuota federativa. La sanción fue de 501€. 401 por ser la mínima cantidad que tiene una sanción grave, y luego 20€ por cada uno de los cinco participantes. El representante de su grupo, argumentó que no iban a salir otras personas que sí se incluyeron en ése listado y que prefirieron dejar el traje a otras personas diferentes antes que dejarlos colgados sin salir. Posiblemente en su grupo haya muchos doctores en derecho, pero quizá no supieran que los desfilantes cuyos nombres se aportaron estaban incluidos en un seguro civil que la UNDEF contrató para prever cualquier tipo de contingencia que pudiera acontecer a los mismos o al público asistente a dicho desfile. Es decir, ustedes desconocían que salir una o cinco personas o las que fueren, es arriesgarse a que pudiera pasar algo y no estar protegidos en caso de ocurrir algún percance. Y si lo sabían, se arriesgaron a que los pillaran. Y los pillaron. Con la «moviola», sí, pues el jurado no tiene obligación de conocer a los desfilantes, porque se pretende que sean gente de fuera para no tener preferencias. Nunca ocurre nada, ya lo sabemos, estas cosas no pasaban antes, también lo sabemos, pero la sociedad avanza y no podemos ir por la calle en taparrabos. Y no pasa nada por conducir sin seguro del coche, claro que no, si nunca pasa nada, pero espero que sepan que esto está castigado porque si les pillan, la sanción a la que se pueden enfrentar es de 3.000 € si no lo tienen. Y por ésta misma razón, también deberían saber que si se obliga a pasar un listado para asegurar a los festeros, es para algo, y no para hacer un simple cambalache de dejarse los trajes unos a otros.

Anteriormente he dicho que la Mesnada Santa Ana propuso rebajar los tramos a 300€. Su grupo de Omeyas, visto cómo les afectó la anterior sanción, no sé si lo sabrá pero se lo recuerdo, propuso el actual modelo en el que ya no hacía falta pedir permiso de extranjis a alguien de la directiva, sino que había una fecha límite de pago el 31 de marzo, y luego dos plazos más de dos semanas conforme se acercaba el 1 de mayo, en los que si alguien quería desfilar, tendría que pagar dicha cuota, mas un porcentaje del mismo cada vez más elevado. Proponían el 20% y el 50% y se aprobó el 50% y el 100% puesto que vistos los números, pasar de 20€ a 24€ o de 20€ a 30€ como ustedes proponían, era casi lo mismo y los inconvenientes creados ante la aseguradora, eran más que el porcentaje de aumento de dicha cuota.

Una vez realizado el repaso anterior, he de decir que yo no he hecho una gran encuesta para conocer la opinión de los que le escucharon, pero sí es cierto que no dejó a nadie igual. Para algunos, dijo las verdades del barquero, y para muchos otros festeros, muchos más, entre los cuales yo me incluyo, creo que hizo un muy flaco favor a las fiestas de este pueblo y a su repercusión pública. De hecho yo podría haberme callado y no escribir este artículo, para intentar que no se volviera a hablar del mismo, pero es que ésto que dijo se publicará en el programa del próximo año 2015, y ni yo ni ningún festero de bien, que no de pro como es el caso que nos ocupa, creo que piense que ésta es una buena carta de presentación para unas fiestas que están intentando conseguir la Declaración de Interés Turístico Nacional. Posiblemente sus intenciones fueran muy buenas, pero no creo que ése fuera el momento ni el lugar adecuados para exponerlas, pues si bien es cierto que no es el primero que las dice, sí que es el primero que aprovecha que no se le puede replicar para decir lo que no se puede decir donde ni se puede ni se debe decir. Y diciendo ésto no trato de ayudar a consentir los desmanes que se cometen en la romería, sino que trato de hacerle ver que posiblemente desaprovechó la gran oportunidad que se le brindó para haber sido algo más que un «reclutador de pregoneros» como usted mismo se definió y haber quedado muy bien para la posteridad. Pero por desgracia para usted, creo que quedará para la historia sólo como éso.

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