El 17 de marzo en este diario, Fulgencio Saura, cronista oficial de Fortuna, refiere en su escrito titulado «Relaciones de Fortuna y Abanilla», que a ambas poblaciones Felipe IV les otorgó la calidad de villas. En esto se ha producido un pequeño lapsus, pues Abanilla obtuvo el rango de villa por el decreto de los Reyes Católicos, de 1501.
Sobre lo referente a que la formación de partidas militares de mozos aptos para la guerra de Cataluña «dio origen, de facto, a que en Abanilla se celebrara cada 3 de mayo la algarabía de Moros y Cristianos que participan en la fiesta de su patrona la Santísima y Vera Cruz», está un tanto anacrónico con la documentación existente en los archivos históricos, pues en La Historia de Abanilla, editada por la asociación cultural Musá Ben Nusayr, en 2008, ya se refleja que en esta villa se celebraban fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Roque a finales del siglo XVI. Asimismo, en 1561, Abanilla dedicó su primera ermita a San Sebastián y San Roque, mucho antes de que Fortuna fuese municipio y eligiera a San Roque como patrón. De otra parte, en la documentada historia de Abanilla, en ningún momento consta la epíteta denominación de Santísima y Vera a su Cruz Relicario de forma oficial, aunque sí de manera oficiosa, desde 2002.
Hay un hecho curioso a destacar en la cuestión de la formación de la compañía de las milicias concejiles conjuntas que se reclutó para la guerra de Cataluña, y es que el capitán encargado de formarla, al haberse extraviado la bandera concejil abanillera, la histórica verde y azul del siglo XVI, mandó hacer otra nueva y le pasó el gasto a ambos concejos, como así lo refirió don Luis Lisón Hernández en un escrito en nuestro programa de fiestas.
Juan Manuel San Nicolás
Carta publicada en el diario La Opinión de Murcia el 24 de marzo de 2013