El pasado 19-03-2013, la Hermandad de la Santa Cruz de esta villa, de la cual soy asociado, celebró su anual asamblea ordinaria, en la que hubo dos sorpresas de pronóstico reservado para el respetable aforo asistente: La primera fue la presentación del nuevo estandarte, que aparte de ser magnífico lleva inscrito en el reverso el nombre fáctico y oficioso de “Hermandad de la Santísima y Vera Cruz”, que no el oficialmente reconocido y vigente de “Hermandad de la Santa Cruz.
La segunda absurdez es que tras efectuarse la elección de nuevo presidente, en la persona de Luis M. Mellado Linares, el presidente saliente, que hasta el traspaso del cargo, previsto estatutariamente para el 30-06-2013, según el artículo 33 de las Directrices Diocesanas para las Hermandades y Cofradías se queda en funciones, limitando su ejercicio durante este periodo a los asuntos de “trámite”, manifestó que, precisamente, el 30-06-2013, convocará una asamblea extraordinaria para la reforma de los estatutos y después de presentar él la “dimisión”, tomará posesión el electo.
¿En qué Aranzadi eclesial habrá leído el presidente saliente, José Tomás Ruiz, que para tomar posesión el electo tiene él que dimitir? ¿Quiénes serán los iluminados que presuntamente le asesoran, para atreverse a convocar una asamblea extraordinaria estando “en funciones”? ¿Cómo se atreve a ultimar su cargo, tras doce años, cometiendo semejante absurdez, que supera en mucho a todas las presuntamente cometidas hasta el día de hoy? ¿Habrá alguien en la curia, que con preclara lucidez ponga fin a tanta desfachatez y, escatológicamente hablando, impida que para lo que le queda que estar en este convento…
Eugenio Marco Tristán
Publicado en el diario La Opinión el día 22 de marzo de 2013