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PUNTUALIZACIONES HISTÓRICAS…de la parte de la contraparte de la otra parte.


El programa de fiestas 2022, en las páginas 169 a 172, ha publicado un escrito del presidente de la Asociación Cultural Musá Ben Nusayr, Manuel Yagües Ruiz, en el que hace unas puntualizaciones históricas sobre el escrito del programa de fiestas 2019, publicado en las páginas 122 a 124, titulado «El Ordenamiento Territorial de España en el Medievo y en la Edad Moderna», del cual soy autor. Por tanto, considero oportuno realizar otras puntualizaciones al respecto, que estimo llevarlas a cabo lo antes posible por los medios digitales disponibles, que no esperar un año para que se publiquen en el próximo programa de fiestas de 2023.

En primer lugar, referir que en el protocolo 9.085 de las actas del concejo de Abanilla del s. XVI, no hay solamente una referencia a la bandera verde y azul (acta del 06-10-1573), sino otras más que relacionan en el inventario del concejo:

Acta del 15-11-1570. Folio 152, líneas:

3- Un sello de plata con la cruz de Calatrava, bandera

4- verde, azul e colorá con su lanza y hierro y borlas

Escribano Alonso Ortiz

Observación personal: e colorá debe referirse a la cruz de Calatrava que, supuestamente, llevaba la bandera verde y azul en el centro.

Acta del 14-10-1572. Folio 161 rv, líneas:

25- Un sello de plata con la cruz de Calatrava

26- una bandera azul de la cruz de Calatrava

Escribano Pedro Peñalver

Acta del 06-10-1573, folio 175 rv. líneas:

17- tiene el dicho concejo una bandera

18- de tafetán verde y azul

Escribano Juan de Mena

Acta del 22-10-1574, folio 190 rv, líneas:

17- más una bandera de tafetán ver-

18- de e azul

Escribano Antón Belló

Acta del 15-10-1575, folio 205, líneas:

14- más una bandera de tafetán verde

15- y azul

Escribano Antón Belló

Mi conclusión personal a estas actas, sin ánimo de sentar cátedra, es la siguiente: Que los escribanos de las actas de 1573, 1574 y 1575 (Juan de Mena y Antón Belló), concuerdan en que los colores de la bandera son verde y azul; pero el escribano del acta de 1572 (Pedro Peñalver), solamente apreció como colores «una bandera azul de la cruz de Calatrava». Y si así lo escribió es lo que su vista apreció. Pero no señaló el otro color de la bandera, el verde, porque posiblemente fuese daltónico y no lo apreciara, pues daltónicos ya los había en el s. XVI. Y en aquellos tiempos, escribano era el que sabía escribir, sin más requisitos que escribiera y sus contemporáneos lo entendieran, pues la cuestión de NOTARIOS (licenciados en Derecho), es muy posterior al s. XVI, por lo que su interpretación era más bien influenciada subjetivamente, que no con objetividad absoluta, lo cual interpretado cinco siglos después al pie de la letra puede conducirnos a errores subjetivos y personales. Por tanto, y a mi entender, yo deduzco que, por las costumbres castrenses de las milicias concejiles y las tácticas en combate, las banderas se distinguían en lontananza por sus colores y las simbologías que llevaban, que no por letra impresas. Por poner el ejemplo más cercano la simbología de las órdenes militares: La cruz de Calatrava; la de Santiago; la de san Andrés; etc.

Cruz de San Andrés de Borgoña

La simbología a la que le añadieron letras impresas es del reinado de Los Borbones, a partir de Felipe V, que NO de los Austrias, que terminaron su reinado con Carlos II, tras la guerra de Sucesión. Felipe V disolvió las milicias concejiles y los Tercios, estructurando el Ejército al estilo europeo en: compañías, regimientos y batallones; y los grados y empleos militares, los cuales no voy a enumerar por su extensión.

Desde hace unos cuantos años, al protocolo 9.085 se puede acceder al escaneo de sus legajos originales a través de Internet (El Proyecto Carmesí), escritos en paleografía, por lo que para entender «la película» hay que recurrir a un experto/a en dicho menester. A mí me han asesorado en esto de la paleografía ciertas amistades personales de mi paso por la UMU, altruistamente, ya fallecidas, por lo que no voy a citarlas con nombres y apellidos, por respeto a su persona, a las que les estoy muy agradecido; y no quisiera que si se les detestase alguna pequeña errata les pudiera perjudicar su memoria.

Respecto a lo que refiere M. Yagües Ruiz, de que le facilitó a D. Manuel Gil dichos protocolos y también a E. Marco, que no se tuvieron en cuenta en el libro Abanilla, Historia de su Parroquia, del que yo también soy coautor de la citada publicación, recuerdo que D. Manuel nos comentó que, las banderas concejiles, fuesen del siglo que fuesen no tenían cabida en este libro, aunque sí lo podrían tener en la Historia de Abanilla, de Musá Ben Nusayr, porque en la Iglesia Católica y sus iglesias, monasterios, catedrales y ermitas, la única bandera que se debe considerar es «la blanca y amarilla» del VATICANO, que está exenta de partidismos políticos y sus parafernalias. Se me ocurre añadir, que, ante el proyecto de asistir en el año 2025 en peregrinación con nuestra Santísima Cruz al Vaticano, sí será necesario y obligatorio ostentar en la Santa Sede con nuestra insignia de la Cofradía (actualmente Hermandad) de la Santísima Cruz de Abanilla, que son instituciones dependientes de la Iglesia Católica, estando de más adjuntar la bandera municipal; aunque sí nuestra bandera Nacional, como distintivo de todas las nacionalidades que allí concurren cada día.

El diseño de la bandera verde y azul, con el sello tampón de Calatrava-Favanilla, es muy loable y apropiado para el libro de la Historia de Abanilla, editado por la Asociación Cultural Musá Ben Nusayr, pero inoportuno a mi entender, que se pueda considerar como la auténtica bandera de las milicias concejiles del s. XVI, toda vez que ya ha habido un proceso al respecto en nuestro Ayuntamiento, con su exposición pública y sus oportunas alegaciones. Pero la actual corporación municipal tiene retenido en un cajón todo el expediente y sus alegaciones. Concluyo mis puntualizaciones históricas con este popular refrán: «Cada zapatero a sus zapatos».

Aprovecho este escrito, para proceder a dar la fe de erratas al artículo publicado en el programa de fiestas 2022, titulado: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE SAN JOSÉ DE ABANILLA, página 151, línea primera: Donde pone san Miguel, debe decir san Gabriel. Ídem de ídem a lo publicado en La Voz de Fortuna nº 54, página 26, columna 3ª, línea 8ª.

Se nos quedó en el tintero (como se suele decir), que en la revista de la Asociación Cultural Musá Ben Nusayr número 6, página 62, de abril 2004, hay publicado un artículo que lleva por título: «DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE ABANILLA», cuyo autor es D. José Iniesta Magán. Se reflejan datos precisos sobre la ejecución del retablo y el enlosado de la iglesia, así como de la realización del dorado del retablo: «ejecutado por el maestro dorador de Orihuela Antonio Escorrihuela, como principal, y José Royo y Francisco Santa Cruz, vecinos de dicha ciudad, como sus fiadores y principales pagadores…que terminaron el dorado en 1757″. Esta referencia también se publicó en el programa de Mahoya 2006, página 45, escrito por D. Manuel Gil Martínez, coautor del libro de la Historia de la parroquia de Abanilla: «por Antonio Escorriguela…»

Juan Manuel San Nicolás Sánchez. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Murcia.

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¡Que viene el Comendador!


En la noche del sábado 25 de julio, tuvo lugar una visita turística muy especial, pues se trataba de una visita teatralizada. Lo normal en una visita turística a un lugar, es que se lleve a cabo mediante un guía turístico cualificado y autorizado, pero en los últimos tiempos está llevándose a cabo también el ir un paso más allá, que es el aportar dichos conocimientos desde un punto de vista más activo, que es el introducir al espectador en medio de lo que bien podría haber sido una situación real que hubiera podido darse. Así, jugando con determinados hechos reales e históricos, se introducen personajes que narran la situación y coyuntura sociocultural de la época, y nos meten de lleno en sus vaivenes y coyunturas, utilizando de hecho también a los propios espectadores como si de vecinos reales se tratara, alejándose por tanto en este tipo de actos de lo que es una típica visita a un determinado lugar, sino pasando a formar parte de la propia historia.

Fue a través de la Oficina de Turismo que se vio apropiada la idea de llevar a cabo este evento en nuestras calles de Abanilla, y una vez autorizada la gestión, nos pusimos en contacto con nuestro vecino Eugenio Marco, quien muy gustosamente colaboró, como siempre lo ha hecho, con los actores que iban a llevar a cabo esta función, aportándoles los datos al respecto de los hechos históricos, así como diversas anécdotas de personajes históricos reales, que pudieran servir para introducirlas en los diálogos, y resolviendo las dudas que mientras que se desarrollaba el guion les surgían.

La idea, tenía que poner de relieve la historia de la villa de Abanilla, así como le gestión que la Orden de Calatrava hizo mientras estuvo controlando el término municipal. Y teniendo como fondo estos hechos, ya sólo era preciso hilvanar una historia medio creíble, por lo que se jugó con la inminente llegada del nuevo Comendador de Abanilla, que había sido nombrado recientemente y se encontraba realizando visitas a los municipios que controlaba. A lo largo de la historia de Abanilla, ha habido diversos Comendadores, pero sin duda el más conocido fue Don Juan de Cereceda y Carrascosa, del cual ya se ha escrito por parte del propio Eugenio, y también hay información al respecto en la página de turismo de Abanilla.

A continuación, os dejamos con el vídeo que grabó Manolo MP, de esta visita teatralizada. Esperamos que disfruten con su visionado.

Aclarar al público en general, que como obra teatralizada que era, y dadas las circunstancias históricas y el paso del tiempo, fue preciso tomarse una serie de «licencias» para adaptar la realidad a la historia, amén de algún que otro error que se dijo, las cuales procedemos a indicar:

  • El Señorío de Abanilla no se lo concedió el Rey a la Orden de Calatrava, sino que pasó al dominio de la Orden de Calatrava en 1434 por una permuta de posesiones, por lo que no fue por concesión real.
  • La Orden de Calatrava no se creó en  Alcántara, sino en Calatrava la Vieja, actualmente perteneciente al municipio de Carrión de Calatrava.
  • El escudo de la Casa Cabrera no es de los Rocafull, sino de los Cabrera, que era sobrino nieto del comendador Cereceda, pero se puso una vez fallecido el citado comendador.
  • La iglesia parroquial de san José no se hizo sobre las ruinas de otra ermita que había allí anteriormente, sino en un solar que donó José Tristán Rocamora. La de san Benito estaba en El Lugar Alto, a la espalda del actual monumento al Corazón de Jesús.
  • El edificio del Ayuntamiento no estaba construido en 1712 cuando se ubica la escena teatralizada, pues su construcción data de entre 1751 y 1762.
  • El terreno de la ermita de san Sebastián y san Roque, no lo vendió el administrador a nadie. Esto fue una licencia histórica para «argumentar» de cierta manera en dicha época que en la actualidad físicamente ya no existía dicha ermita, que fue derruida en 1967.

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